Los waffles, también conocidos como gofres, son recetas clásicas que pueden disfrutarse como postre, desayuno o merienda. Aunque no conviene consumirlos en exceso, incluirlos de vez en cuando es un capricho delicioso y totalmente válido. Los waffles tradicionales son dulces y conquistan a pequeños y grandes por su sabor; sin embargo, también existen versiones saladas, igual de suculentas, que pueden convertirse en un plato principal o único.
El secreto para preparar unos waffles perfectos empieza por dominar la base o masa, antes de elegir si serán dulces o salados. Con harina de hot cakes, la preparación es sencilla y versátil. Aquí te enseñamos cómo hacerlo y algunas ideas para personalizarlos.
6 waffles
30 minutos
Baja
1 taza de harina para tortitas (hot cakes)
1 huevo
1 taza de leche descremada
2 cucharadas de aceite Suraceite
1. Precalienta la wafflera.
2. Mezcla en un recipiente la harina de hot cakes/panqueques de tu elección, el huevo, la leche y el aceite. Remueve durante varios minutos hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
3. Deja reposar la mezcla 5 minutos. Esto ayuda a que la consistencia sea óptima y facilita que la masa no se pegue al cocinarla. Engrasa ligeramente la wafflera con aceite antes de verter la mezcla. Coloca la cantidad adecuada según el tamaño de tu máquina, para evitar que se derrame.
4. Cierra la wafflera y cocina la masa siguiendo las indicaciones de tu máquina. El tiempo dependerá de la potencia y el modelo; abre la plancha cuando observes que los waffles tienen el color y la textura deseados. Retira con cuidado y repite el proceso hasta terminar toda la mezcla.
¡Y listo! Tendrás unos waffles caseros deliciosos, listos para disfrutar dulces con helado, frutas, miel o chocolate, o salados con queso, vegetales o proteínas. La clave está en la masa y en experimentar con tus sabores favoritos.
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